lunes, 29 de septiembre de 2008

Del Hada Que Caminó.


Caminaba el Hada pequeña el día que se le cansaron las alas. En su camino se encontró con el Abedul quien generoso y con ese rostro bondadoso que le caracteriza, le saludó sonriente meciendo las hojas. Ella agradecida y con los pulmones llenos, cerró sus ojitos y se dejó arrullar, mientras seguía caminando, con el murmullo de las hojas.

Llegó a un lago, bonito y cristalino, se miró reflejada en el agüita fresca, sonrió porque el sonido del agua le deseaba sincero, una tarde placentera. El Lago, un Señor de muchos años, le acercó una ramita para que se subiera y cruzara en ella tranquila por sus aguas cantarinas... ella contenta subió su cuerpecito diminuto en la ramita, se recostó en ella y disfrutó de la sensación de ese fresquito entre sus dedos infantiles y perfectos.

Bajó de la ramita a quien también agradeció por hacer de compañera y ayuda en su camino, un beso al lago en el reflejo y así hasta que llegó a su Flor. La Flor le aguardaba contenta y ansiosa se preguntaba extrañada el por qué de la tardanza. El Hadita le contó del recorrido diferente, de los olores, los paisajes, aquellos sonidos, y de sus nuevos amigos.

Así la vida, así las decisiones. Hay mucho más de lo que creemos si decidimos mirar bien y darnos las oportunidades que se nos presentan al caminar con tranquilidad, cuando estamos acostumbrados a correr y hasta a volar cuando no es nuestra naturaleza al menos física, porque no así la del alma.


Un Beso.



martes, 9 de septiembre de 2008

De la misma Luna...

¿Te hablé de la Luna? Tanto pedimos a la Luna, que la Luna respondió tan fuerte y clara que no supimos escuchar...


Alma de niña, que sueña, que reza, que pide fervorosamente a las estrellas y le confía ese deseo a la Luna desde su ventana.

Mira hacia el cielo y siente que existe algo, alguien en alguna parte, ¿Pero dónde? Es el tener la certidumbre que hay algo más ahí, para sí...El pecho no se inflama con ese aire y ése sentimiento de la nada...Entonces reflexiona..."¿Existirá alguien que en este momento, en algún lugar sienta lo mismo que yo? ¿Estará este mi suspiro, en sintonía con el de alguien más? ¿Alguien te platicará Luna, igual que yo?"

La Luna, siempre ahí, sonríe complacida y entre el aire fresco pero cariñosamente cálido que acompaña esa noche, le hace saber que todo tiene un tiempo para ser, le guiña un ojo pero ella no lo entiende, las estrellas al unísono le guiñan también entre centelleos pero aún no tiene edad para comprender...ya crecerá, entenderá y el momento llegará, pero sólo cuando esté preparada para recibirlo y cuidarlo...

Años pasan, los momentos transcurren como agua entre las manos, algunas lágrimas recorren mejillas abandonadas, unos ojos lánguidos en algún lugar preguntan ¿Por qué?, se rompe un corazón y nacen letras, letras que viajan por el tiempo y el espacio, van y vienen y tocan un plan, éste se modifica, se encuentra con otro, y entonces después de horas de espera, bienvenidas, presentaciones y una cena, caminan por la calle obscura y miran al mismo tiempo la Luna. ¿Lo comprendes ahora? Estaba ahí...


martes, 2 de septiembre de 2008

De Mi Arcoiris

Música de flauta, paseos por el parque, ojos encantadores, tinta, gritos, sonrisas, monumentos impresionantes, confianzas, miradas, cariño, café con leche, cenas caseras, intercambios, refrescos entre cierzos al lado del Río Ebro y acentos.

Noches cálidas, estrellas y luces de feria, tacones rotos, acero y leyendas Toledanos. Dos almas se encuentran. La Luna siempre saludará aquí y allá, no importa la distancia ni los tiempos. Es la misma.

Planes, promesas, amistades recién nacidas, secretos revelados, algunas lágrimas y los abrazos de hasta siempre. Momentos religiosos y anécdotas entrañables. Paso Doble a la media noche, tangos improvisados y algún canto de mariachi en indumentaria ibérica.

Mi corazón agradecido, mi alma conmovida y con nueva vida...Arcoiris que desde tiempo ha no había podido ver de nuevo, ahora más grandes y con más color...Será porque unas manos de artista les colorean...

Gracias a todos y a ti, por el mejor regalo que me pudiste haber dado jamás: Tu sonrisa y confianza.

A Diego, Diana, Sara, Miguel Angel, Irene, Raúl, Edu, Clara, Javi, Esther, Xu Song, Kanae, Alfredo, Alicia, Víctor, Natalie, Diego Burdío, Amanda, Pedro, César, María, Alex, Mily, Rocío y a Zelda y Kitiara por dejarse acariciar y aceptar a una extraña en sus territorios.