Había prometido hacer una “tarea” que prometo llevar a cabo la semana entrante, pero es que…Me sucedió algo que jamás me hubiese esperado y de quien menos lo habría esperado…Durante años he frecuentado un restaurante cercano a mi trabajo. En alguna ocasión se ha tratado de una cena con un que otro pretendiente, con alguna ex-pareja que me ha confesado que me sigue queriendo (Pa´qué? Díganme pa´que??), con mis Papás, con el novio en turno (qué feo suena, snif). Pero la mayoría de las ocasiones para reunirme con mis amigos y así hablar de amores, secar llantos, llorar yo, escuchar, ser escuchada, hablar de sexo, escuchar guarradas supremas que nos hacen reír a carcajadas sin importar que el resto de los comensales voltee y nos mire con cara de: “Vaya muchachitos desagradables”, desayunar con el mejor de los amigos que está a punto de emprender su viaje de retorno ese día, celebrar cumpleaños, citar a los prospectos y presentarlos a los amigos para la “aprobación”, seguir tan interesada en el tema de conversación que me tuvieron que alcanzar en alguna ocasión ya casi a la salida con la siguiente pregunta: “Señoritas algo más?” –No gracias- “Entonces les doy su cuenta” ¡Qué pena!, Dios mío pero qué pena me dio esa vez…
En todas esas ocasiones ha existido un factor común además de mi presencia…la de un hombre de edad ya madura, yo calculo que ha de tener como unos 65-70 años aproximadamente. Pues siempre invariablemente me molestó sobremanera su presencia, ¿Por qué? Porque me miraba insistentemente, de repente volteaba y ahí estaba, sentado con sus amigos (son 2 más) fumando y mirándome inquisitivamente, fijamente, directamente. Las mujeres por cultura, estamos acostumbradas a tomar a mal esas actitudes la mayoría de las veces. Aunque debo admitir que cuando llegaba al restaurante y no le veía me extrañaba su ausencia, en fin…
Fue hace ya poco más de una semana que entraba yo muy contenta en compañía de mi mejor amigo al centro comercial donde se ubica ese restaurante. Iba yo harto contenta pues venía de pagar mi reinscripción al gym (regresé al fin y me siento contenta y…¿podrás ser? Hasta más delgada, jajaja). Nos dirigíamos al estacionamiento en busca del auto de mi amigo cuando le ví venir…
Entrañable Extraño: Buenas Noches, disculpe…
En todas esas ocasiones ha existido un factor común además de mi presencia…la de un hombre de edad ya madura, yo calculo que ha de tener como unos 65-70 años aproximadamente. Pues siempre invariablemente me molestó sobremanera su presencia, ¿Por qué? Porque me miraba insistentemente, de repente volteaba y ahí estaba, sentado con sus amigos (son 2 más) fumando y mirándome inquisitivamente, fijamente, directamente. Las mujeres por cultura, estamos acostumbradas a tomar a mal esas actitudes la mayoría de las veces. Aunque debo admitir que cuando llegaba al restaurante y no le veía me extrañaba su ausencia, en fin…
Fue hace ya poco más de una semana que entraba yo muy contenta en compañía de mi mejor amigo al centro comercial donde se ubica ese restaurante. Iba yo harto contenta pues venía de pagar mi reinscripción al gym (regresé al fin y me siento contenta y…¿podrás ser? Hasta más delgada, jajaja). Nos dirigíamos al estacionamiento en busca del auto de mi amigo cuando le ví venir…
Entrañable Extraño: Buenas Noches, disculpe…
-Él extiende la mano con un bulto envuelto en una bolsa de plástico-
Mejor Amigo: No, gracias. No compramos nada
CoTopi: ¡Espera, no! Yo…yo lo conozco
M.A.: ?????
E.E.: Disculpe el atrevimiento, pero sé que le gusta el tango y me tomé la libertad de comprarle esto…
CoTopi: ¡Espera, no! Yo…yo lo conozco
M.A.: ?????
E.E.: Disculpe el atrevimiento, pero sé que le gusta el tango y me tomé la libertad de comprarle esto…
-Extendió su mano y me entregó el paquete-
C: ????? Pero Señor…
E.E.: Ojalá le guste, son unas clases de tango con Osvaldo Zotto.
E.E.: Ojalá le guste, son unas clases de tango con Osvaldo Zotto.
-Mi maestra de tango de los domingos recién había hablado de él a mi hermanito-
C: Señor, ¡Muchas Gracias!...Yo…¡Gracias!
E.E.: Buenas Noches
C: Buenas noches…¡Gracias!
Tantos y tantos años le detesté…detesté su mirada, detesté que nos tocara mesa cerca de él y Él…me regaló algo que significa el mundo para mí. Imagino que habrá escuchado este detalle en mis múltiples pláticas, me habrá observado mientras miraba videos de mis maestros en la computadora...
Esa noche, rumbo a mi casa yo iba llorando, no podía creer que UN EXTRAÑO hubiese tenido semejante detalle conmigo y menos que se hubiese tratado de esa persona a quien dentro de mi, Topi le hacía cara de fuchi. Ya en mi cama y dispuesta a dormir, decidí quitarme esa sensación de culpa que tenía en el pecho y devolver entonces el detalle, no por compromiso, no. Yo no hago eso, en verdad viene de lo más profundo y sincero de mi ser. Apenas me he decidido a qué darle. Le voy a preparar un pastelito. La novia de un amigo es Chef y he pedido ya la receta de un pay helado con galleta óreo.
Aprendí algo que pensé que la experiencia ya me había enseñado…a no dejarme llevar por las apariencias…¿Y si le recuerdo a una hija? ¿A una nieta? ¿A un amor de juventud? Yo que sé, no importa. Él no tenía la certeza de encontrarme ahí…¿Durante cuántos días llevó esos videos? Esa noche de casualidad nos lo topamos cuando él abandonaba el centro comercial…
Hoy sólo sé que doy gracias y cada vez más gracias a la vida por resultar bendecida con sorpresas como esa...Como que aun no me la creo...
E.E.: Buenas Noches
C: Buenas noches…¡Gracias!
Tantos y tantos años le detesté…detesté su mirada, detesté que nos tocara mesa cerca de él y Él…me regaló algo que significa el mundo para mí. Imagino que habrá escuchado este detalle en mis múltiples pláticas, me habrá observado mientras miraba videos de mis maestros en la computadora...
Esa noche, rumbo a mi casa yo iba llorando, no podía creer que UN EXTRAÑO hubiese tenido semejante detalle conmigo y menos que se hubiese tratado de esa persona a quien dentro de mi, Topi le hacía cara de fuchi. Ya en mi cama y dispuesta a dormir, decidí quitarme esa sensación de culpa que tenía en el pecho y devolver entonces el detalle, no por compromiso, no. Yo no hago eso, en verdad viene de lo más profundo y sincero de mi ser. Apenas me he decidido a qué darle. Le voy a preparar un pastelito. La novia de un amigo es Chef y he pedido ya la receta de un pay helado con galleta óreo.
Aprendí algo que pensé que la experiencia ya me había enseñado…a no dejarme llevar por las apariencias…¿Y si le recuerdo a una hija? ¿A una nieta? ¿A un amor de juventud? Yo que sé, no importa. Él no tenía la certeza de encontrarme ahí…¿Durante cuántos días llevó esos videos? Esa noche de casualidad nos lo topamos cuando él abandonaba el centro comercial…
Hoy sólo sé que doy gracias y cada vez más gracias a la vida por resultar bendecida con sorpresas como esa...Como que aun no me la creo...