lunes, 22 de octubre de 2007

De esos Entrañables Extraños...

Había prometido hacer una “tarea” que prometo llevar a cabo la semana entrante, pero es que…Me sucedió algo que jamás me hubiese esperado y de quien menos lo habría esperado…Durante años he frecuentado un restaurante cercano a mi trabajo. En alguna ocasión se ha tratado de una cena con un que otro pretendiente, con alguna ex-pareja que me ha confesado que me sigue queriendo (Pa´qué? Díganme pa´que??), con mis Papás, con el novio en turno (qué feo suena, snif). Pero la mayoría de las ocasiones para reunirme con mis amigos y así hablar de amores, secar llantos, llorar yo, escuchar, ser escuchada, hablar de sexo, escuchar guarradas supremas que nos hacen reír a carcajadas sin importar que el resto de los comensales voltee y nos mire con cara de: “Vaya muchachitos desagradables”, desayunar con el mejor de los amigos que está a punto de emprender su viaje de retorno ese día, celebrar cumpleaños, citar a los prospectos y presentarlos a los amigos para la “aprobación”, seguir tan interesada en el tema de conversación que me tuvieron que alcanzar en alguna ocasión ya casi a la salida con la siguiente pregunta: “Señoritas algo más?” –No gracias- “Entonces les doy su cuenta” ¡Qué pena!, Dios mío pero qué pena me dio esa vez…

En todas esas ocasiones ha existido un factor común además de mi presencia…la de un hombre de edad ya madura, yo calculo que ha de tener como unos 65-70 años aproximadamente. Pues siempre invariablemente me molestó sobremanera su presencia, ¿Por qué? Porque me miraba insistentemente, de repente volteaba y ahí estaba, sentado con sus amigos (son 2 más) fumando y mirándome inquisitivamente, fijamente, directamente. Las mujeres por cultura, estamos acostumbradas a tomar a mal esas actitudes la mayoría de las veces. Aunque debo admitir que cuando llegaba al restaurante y no le veía me extrañaba su ausencia, en fin…

Fue hace ya poco más de una semana que entraba yo muy contenta en compañía de mi mejor amigo al centro comercial donde se ubica ese restaurante. Iba yo harto contenta pues venía de pagar mi reinscripción al gym (regresé al fin y me siento contenta y…¿podrás ser? Hasta más delgada, jajaja). Nos dirigíamos al estacionamiento en busca del auto de mi amigo cuando le ví venir…

Entrañable Extraño: Buenas Noches, disculpe…
-Él extiende la mano con un bulto envuelto en una bolsa de plástico-
Mejor Amigo: No, gracias. No compramos nada
CoTopi: ¡Espera, no! Yo…yo lo conozco
M.A.: ?????
E.E.: Disculpe el atrevimiento, pero sé que le gusta el tango y me tomé la libertad de comprarle esto…
-Extendió su mano y me entregó el paquete-
C: ????? Pero Señor…
E.E.: Ojalá le guste, son unas clases de tango con Osvaldo Zotto.
-Mi maestra de tango de los domingos recién había hablado de él a mi hermanito-
C: Señor, ¡Muchas Gracias!...Yo…¡Gracias!
E.E.: Buenas Noches
C: Buenas noches…¡Gracias!

Tantos y tantos años le detesté…detesté su mirada, detesté que nos tocara mesa cerca de él y Él…me regaló algo que significa el mundo para mí. Imagino que habrá escuchado este detalle en mis múltiples pláticas, me habrá observado mientras miraba videos de mis maestros en la computadora...

Esa noche, rumbo a mi casa yo iba llorando, no podía creer que UN EXTRAÑO hubiese tenido semejante detalle conmigo y menos que se hubiese tratado de esa persona a quien dentro de mi, Topi le hacía cara de fuchi. Ya en mi cama y dispuesta a dormir, decidí quitarme esa sensación de culpa que tenía en el pecho y devolver entonces el detalle, no por compromiso, no. Yo no hago eso, en verdad viene de lo más profundo y sincero de mi ser. Apenas me he decidido a qué darle. Le voy a preparar un pastelito. La novia de un amigo es Chef y he pedido ya la receta de un pay helado con galleta óreo.

Aprendí algo que pensé que la experiencia ya me había enseñado…a no dejarme llevar por las apariencias…¿Y si le recuerdo a una hija? ¿A una nieta? ¿A un amor de juventud? Yo que sé, no importa. Él no tenía la certeza de encontrarme ahí…¿Durante cuántos días llevó esos videos? Esa noche de casualidad nos lo topamos cuando él abandonaba el centro comercial…

Hoy sólo sé que doy gracias y cada vez más gracias a la vida por resultar bendecida con sorpresas como esa...Como que aun no me la creo...



lunes, 15 de octubre de 2007

De Otras Vidas y Nuevas Más

Paró en seco. Se dejó acompañar con la caricia de la brisa en la mejilla mientras cerraba un instante los ojos para respirar mejor y sentir mejor. El camino le había llevado hacia las escaleras del transporte público, más de repente ya no era esa gente, ya no eran esas ropas, ya no era esa época...

Recordó cuando lo vió y Él la vió. Luego, la sensación de que ya le conocía, ¿Pero de dónde? Cerró fuerte, muy fuerte los ojos para tratar de traer así el dónde de la mirada gentil tras de los lentes, ojos café claro, casi miel, cabello crespo castaño y camisa de manga larga almidonada y limpiecita... Y así vino la conversación de hace ya tiempo con la madre donde una amiga le había hablado de la reencarnación y de cómo es que todos volvemos a encontrarnos con nuestros mismos seres queridos en otros roles y circunstancias en cada vida.

Se olía diferente, se sentía diferente. Es como cuando recuerdas la infancia, ¿Sientes eso? También cuando recuerdas otros siglos pasa. Se miró ataviada con vestidos grandes y pesados, no supo cómo, mas estaba plena en la certeza de saber esa sensación, también la molesta sudoración que ocasionan esas telas, pero la ocasión lo vale y las emociones y sorpresas que no iban a faltar.

Telas, viandas exquisitas, perfumes, guantes, zapatitos artesanales. Galantería en su máximo esplendor, besos en la mano, reverencias, baile y sus sueños...Como cuando eres chiquilla y no soportas más la angustia de saber qué pasará en esa ocasión de la que esperas todo sin saber nada. Los ventanales grandes y la orquesta, como sólo en las películas hemos visto que pasa, cuadros ancestrales con miradas que observan complacientes la algarabía de los presentes, la coquetería de las mujeres, las risitas nerviosas y los pasos deslizados sobre el mármol describiendo un vals. Los corazones latiendo fuerte, que de no ser por la música seguro que se escucharían.

Un silbato. El metro había llegado. La gente bajó, otra se empujó y ella entró sonriente a pesar de todo, contenta, ansiosa y dispuesta a descubrir si en esta vida también intercambiaría algo más que una mirada con esos ojos café claro, casi miel tras los bifocales.

sábado, 6 de octubre de 2007

Del porqué de mi ausencia

En esta ocasión más que un post donde en forma figurada y en ocasiones tal cual la experiencia y el alma dictan, narro mi forma de soñar, pensar y sentir, quiero compartir con ustedes un poco más de Cynthia y explicar un poquito mi ausencia en sus blogs y en el mío. Estuve un poco dispersa en el aspecto personal, además de ocupada en mi trabajo, el cual no me pesa, porque cada mañana cuando llego me pongo contenta de encontrarme con mi maravilloso Equipo. Es un reto para mi cumplir más allá de las expectativas que tienen fijadas en mí.

Se avecinan fechas difíciles para mí, difíciles porque me recuerdan el inicio del peor quiebre que he atravesado en mi vida; asimismo los recuerdos de los buenos momentos y las sonrisas punzan como tatuajes sangrantes. Son esos recuerdos de momentos de ensueño que al tallar los ojos y abrirlos bien, te das cuenta que ya no están y jamás volverán. Yo no vivo del recuerdo, ya lo aprendí, pero creo firmemente que nuevos recuerdos se construirán con las experiencias diarias y así es que debemos ir en busca de nuestra felicidad. Si en el camino hay más lágrimas y pérdidas, no importa, siempre debemos seguir. Yo estoy siguiendo.

Este año particularmente estuve como pelota de ping-pong, ni aquí ni allá, sin cerrar círculos y dejando inconclusas varias facetas y compromisos y Cynthia no desea una vida así. Deseo avanzar a paso firme y eso intento hacer justo ahora. Hoy, miro al cielo agradecida y trato de respirar profundo y aprovechar cada partícula de aire que llena mis pulmones; quiero agradecer a mis amigos por sus abrazos, sus lágrimas de solidaridad, las desveladas buscando divertirme y entretenerme, a las casualidades de la vida que me han traído de vuelta amistades añejas, a ustedes amigos bloggers por sus comentarios y aliento, a mis Padres por estar ahí conmigo siempre al pendiente del estado de mi corazón. Hoy me siento aún un poco incompleta, pero sé que hay gente conmigo que me quiere y que sólo requiero de levantar un dedo para tener su abrazo completo y su cariño...Mi Mamá no cree que tenga tantos amigos, mi Abuelita también tocaba el tema con recelo, pero hoy yo puedo asegurar que no formo parte de esa media aritmética de experiencias fallidas, yo soy afortunada y amo a mis amigos, y gracias a estas experiencias que tanto lloré, caminé por un callejón por el que jamás habría transitado y gracias a eso, hoy tengo a mi lado la amistad de 2 bloggers particularmente, a quienes jamás habría conocido si mi corazón no hubiese sido herido, además el cariño de 2 hombres increíbles, de los cuales uno está ya de vuelta en Holanda, el otro está aquí conmigo y a mi pendiente siempre desde que me conoció a principios de este año, dolida y bien contenida en muchos aspectos, citando sus mismas palabras.

Por ello miro la vida con alegría y la respiro fuerte, profundo...Les digo con confianza y cariño que si ustedes llegan a llorar lágrimas de ésas que parecen aguijonazos, tengan por seguro que detrás viene algo maravilloso que les dará mucha riqueza en todos los aspectos; todo es consecuencia de algo...depende cómo lo encaminen ustedes, cómo manejen las sorpresas y desaires que nos trae la vida, porque amigos, la vida es maravillosa y sólo tenemos el hoy, éste momento mientras lees mi post, puede ser el mejor momento de tu vida si así tú lo quieres. Decir mañana es algo incierto...el pasado se recuerda, trabaja en tu hoy con cariño, con amor y mucha Fe. Les dejo un abrazo gigante, de ésos en los que te sientes completo, seguro y tranquilo.

Con mi amor,


Cynthia McNaught