Te miré y tuve certeza de que supiste que mis palabras eran definitivas...mis amigos me lo han dicho ya: -Te ves tan diferente, tan segura...como nunca- Yo sé perfecto que te duele pero que a la vez te congratula verme tan completa y tan contenta pese a los riesgos que toda decisión conlleva...y más ésta.
Me miraste con ojos de añoranzas, besé con mi sonrisa tus ojos cristalinos y resignados, luego, ese suspiro tan característico tuyo que me he heredado y por ende conozco tan bien, porque es el mismito que sale de mi cuando algo me agobia, ó requiere de más cabeza...
Vi perfecto en el tiempo de tus líneas, tenues aún. Y pude recordar las noches de naves espaciales en el auto donde hacía yo de copiloto y mirando a las estrellas, creábamos enemigos astutos que al final siempre vencíamos. Saboreé los sábados de zoológicos y picnics sobre el pasto y las papas fritas y mi Mamá riendo y tú orgulloso y yo con las manitas llenas de vainilla y tierra...Noches accidentadas de bicicleta a escondidas de mis amigas con aceras mojadas, rodillas raspadas y ensangrentadas y pantalones rotos. Nuestra complicidad en la jugarreta de engañar a Mamá yendo a comprar el mismo atuendo al día siguiente para que ninguno de los dos fuera reprendido.
Reguiletes de colores, yo montando a caballo (siempre en el más grande), negada a tener muñecas y sólo jugar con Ponies, bombitas de jabón, pelis de Disney diferentes cada sábado, donitas caseras, helados caseros y esos ojos que desde el primer momento se posaron confiando en mi...lo siguen haciendo...
Papá, sé que confías en mi decisión, aunque no por ello deja de costarte, a mí también...pero como lo he dicho ya: -Estoy segura y me voy a arrepentir si no hago aquello que el alma me pide a gritos-. Al final, nadie experimenta en cabeza ajena. Todos sabíamos que en algún momento este día iba a llegar aunque no bajo estas circunstancias, pero está bien, confía en mi. Lo Vale. La niña de 12 años que vive dentro de mi a ratos se sigue sorprendiendo, la Magia existe...Te Amo.
