La Gripe

Sí...terror de terrores; noches intranquilas, sudoraciones no deseadas (ah, xq las desedas... ejem, en fin) cajas de kleenex (en su defecto y cuando te agarra desprevenido (a), cuadritos de papel de baño, y si uno ya está como k pa´dar pena, pos las servilletas) te tapas xq te da frío, te destapas xq a la mera hora te dió calor, das vueltas y más vueltas y ya no te mueves, es más bien tu cabeza la que parece estar en un carrusel. Ya que comienzas a conciliar el sueño, sientes algo tibiecito que recorre tu cara, ¿Agua salida de la nada? ¿Es un milagro? Nonono...sí tiene un origen y se conoce como fosa nasal...¡Qué barbaridad! con la mano buscas a tientas en el piso lo que queda del rollo de papel yyyyyy...¡Sólo queda el cartoncito! ¿y el resto? Bajo y al lado de la cama hecho bolitas ¡Cuántos virus desperdigados arbitrariamente! Si uno todavía medio razona debido a la fiebre, puede que se levante y vaya por otro rollo de papel sanitario ó x otro montoncito de servis, los que ya de plano nomás no quieren saber nada de la vida, toman sin piedad a la pobre manga de la pijama (ó a la sábana) y...FFFRRRTTTTT!!!!! (previa inspección del resto de papeles hechos bola, nomás por si la mitad de alguno todavía era utilizable, no hay k desperdiciar -conciencia ecológica inevitable a pesar de la enfermedad-)uno respira (¡respira!) alivio al fin, siente el aire que llena los pulmones y piensa que es retebonito estar vivo y poder percibir el olor a Vel Rosita de las ropas que lleva puestas. Pero...esa bendición dura sólo un par de segundos, chanclas! de nuevo la nariz se tapa y en lugar de decir: no, uno dice: do. Y así, hasta que te duermes y despiertas al otro día con dolor de cabeza y no muy seguro del día y hora en que vives ¿Sábado? No, viernes. Tómate la consabida ración de Desenfrioles y córrele porque hay que estar a las nueve en la ofi y prometiste entregar un reporte a tu jefe (xq puse fecha a la entrega en el mail?, xq?).

¿Bonito, no? Aaahh, las enfermedades, diosas sabias que nos enseñan a recordar con nostalgia aquellos lunes en que amanecimos sanitos y con la nariz despejada. Sí. Cómo extrañamos ese olor a tocino rancio proveniente del carrito de Hot-dogs de la esquinita, ó los diversos aromas de nuestro sistema de transporte público...¡VUELVAN A MÍ POR FAVOR! snif...